Este es un tema que a nivel mundial tiene una gran importancia, especialmente para las organizaciones que muestran más allá del interés un verdadera intención de desarrollar el talento de su gente a través de la generación de experiencias significativas y con el fin de mantener una atmósfera laboral rica y nutritiva que apalanque el logro de resultados y retos estratégicos.

Un valioso enfoque de gran acogida en el mundo empresarial es el resultado del estudio de Delloite de “TENDENCIAS GLOBALES DE CAPITAL HUMANO” 2023 que muestra 10 tendencias sintetizadas en: 1. Final de los puestos de trabajo. 2. Impulsar el impacto humano-tecnología. 3. Activar el futuro del lugar de trabajo. 4. Negociar los datos de los trabajadores. 5. Potenciar el involucramiento de los colaboradores. 6. Desbloquear el ecosistema de la fuerza laboral. 7. Tomar medidas audaces parar obtener resultados equitativos. 8. Impulsar el elemento humano en la sustentabilidad. 9. Elevando el foco al riesgo humano. 10. Liderar en un mundo sin fronteras.

Existes otros elementos que bien pueden ser tendencia en la gestión del talento, los cuales han estado presentes en la evolución de las organizaciones y en la comprensión del desarrollo de las capacidades individuales. Uno de estos elementos es la autoconciencia, que reviste un valor significativo en los procesos de crecimiento personal, profesional y relacional, impactando en el liderazgo, la gestión de los colaboradores, las relaciones productivas, el logro de los resultados, la construcción de atmósferas laborales y la transformación cultural. Las cuatro dimensiones de la autoconciencia son:

EXOSPECTIVA:

Conciencia de la forma en la que podemos estar en la mente de las otras personas. Se ha preguntado: ¿Cuál es la imagen que tienen las demás personas de mí, de mi trabajo, de mi forma de pensar y actuar?¿Qué efecto tiene esa imagen en la construcción de relaciones de trabajo?¿Qué es lo que más aprecian las personas de mí y que quisieran que cambiara o mejorara? La vida de cada persona se construye con otros, por eso es esencial revisar cómo las personas me llevan en su mente y en su corazón.

INTROSPECTIVA:

Conciencia sobre quiénes somos y cómo se organiza nuestro modelo mental. Se ha preguntado: ¿Cuáles son mis creencias personales?¿Cuáles de estas creencias son útiles para mi desarrollo personal y cuáles creo que son obstáculo?¿Quién soy yo?¿Qué me caracteriza?¿Quién quiero ser en la organización a la que pertenezco? Nuestro modelo mental se organiza a través de la integración de nuestra genética (información que está en nuestras familias que transciende a cada generación) y la experiencia cotidiana, juntos van moldeando, a partir de su articulación, la perspectiva que tenemos sobre: la vida, el trabajo, el amor, las relaciones y los valores entre otros.

RETROSPECTIVA:

Conciencia sobre las diferentes experiencias pasadas. Se ha preguntado: ¿Qué traigo de mi historia personal? ¿Cuáles son las creencias que traigo de mi familia que han un jugado un papel importante en mi liderazgo, el desarrollo de otros o en la creación de ambientes de trabajo saludables?¿Qué debo dejar atrás que obstaculiza mi desarrollo personal? ¿Qué es necesario renovar, cambiar o modificar de la forma en que he construido mi forma de ser? Dejar atrás lo que sentimos que no nos es útil es necesario para crecer y desarrollarnos, aunque sea un proceso difícil y a veces doloroso, vale la pena arriesgarse para cambiar y ser mejores seres humanos.

PROSPECTIVA:

Conciencia de lo que podríamos ser en el futuro o en contextos hipotéticos. Se ha preguntado: ¿Cuál es mi horizonte de aspiraciones?¿Qué quiero lograr en los próximos cinco años?¿Cómo quiero que sea mi desarrollo profesional o laboral? ¿Qué líder quiero ser?¿Cómo quiero ser recordado?¿Cuál sería una versión mejorada de mí?¿Cuál es el futuro que quiero construir para mí? Aunque encontramos personas que prefieren vivir el día a día y no proyectar su futuro, hacerlo a través de objetivos o propósitos puede ayudar a encontrar caminos o rutas de crecimiento y mejoramiento personal. Las dos posiciones son válidas, proyectase y apropiarse del futuro es motivador y puede dar sentido un sentido importante para la vida.
La visión de la autoconciencia desde estas cuatro dimensiones (EXOSPECTIVA, INROSPECTIVA, RETROSPECTIVA, PROSPECTIVA) se convierte en un factor esencial de análisis por parte de Gestión Humana, líderes y colaboradores para la evolución de las organizaciones. Es tendencia en la medida en que está presente en los grupos humanos que conforman las empresas, teniendo un altísimo impacto en toda la organización, sus retos estratégicos, cultura y sostenibilidad.

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