Este es el sendero que seguimos para cultivar la alegría: aprender a no blindar nuestra bondad básica y apreciar lo que tenemos. Sin embargo, la mayor parte del tiempo no lo hacemos, en vez de valorar lo que tenemos, estamos luchando constantemente y alimentando nuestra insatisfacción. Es como desear que crezcan flores echando cemento en el jardín.
Pema Chödrön. “Los lugares que te asustan”
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