“Aunque la organización no haga ningún esfuerzo por desarrollar un marco moral, este se generará según su propia dinámica, y a veces lo hará en contra de lo que ella pretende o necesita.”*
Primero el norte ético
La organización debe definir la forma característica en que quiere hacer las cosas para lograr sus retos estratégicos. Esa forma “especial” en que la organización quiere lograr lo que se propone, genera un sello inimitable, diferenciador que se observa en el comportamiento de toda su gente dentro y fuera de ella. Con base en esto, se definen los valores (guías de actuación) que orientarán la interacción dentro de la organización y con todos los actores del mercado y la sociedad. Es recomendable dedicar un tiempo para dejar en blanco y negro las bases: la concepción de la persona del colaborador, el sentido del trabajo, la perspectiva del desarrollo humano y el valor del logro, el aporte organizacional a la sociedad desde su razón de ser, etc.
Segundo formar a los(as) líderes
Una vez se ha logrado visión compartida sobre el marco de actuación que nos caracterizará, debemos formar al equipo de liderazgo. Los(as) líderes tienen una tarea fundamental en el desarrollo de una cultura de valores, porque son las guías que generan el ejemplo de la coherencia organizacional. La organización se comporta tal como lo hacen sus líderes. Por esto hay que definir y diseñar los rituales asociados a los núcleos valorativos.
Tercero formar a la gente
Luego hay que formar a la gente en los valores. La mejor forma quizás es la de crear espacios conversacionales gracias a los cuales todos comprendan que enseña cada valor, la forma de orientar las emociones para lograr coherencia y los límites que cada uno señala. Aquí, juegan un papel determinante los rituales, porque ellos generan un esquema firme de comportamiento alrededor de los temas centrales de una cultura ética.
Cuarto hacer seguimiento
En la dinámica de aprendizaje organizacional el seguimiento es muy importante. Es preciso revisar el efecto que logra un programa de desarrollo de cultura moral, medir y ajustar. Es bueno recordar que la repetición con sentido ayuda a fijar comportamientos. La llamo repetición con sentido, porque no somos loros y requerimos que las cosas nos hagan sentido. Repetir de diversas formas, analizar diversas situaciones y generar aprendizajes a partir de situaciones. Finalmente, se precisa de definir claramente el papel de los líderes en el aseguramiento de los objetivos de cada etapa del programa de desarrollo ético organizacional.
*Tomado del libro Coherencia ética. Humberto Sandoval Barrera. En proceso de edición.
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