La contraseña que abre las puertas de la realización personal se compone de una simple sílaba: SÍ. Sí. A la vida tal como es. A nosotros tal como somos. A los demás, tal como son. A nuestros padres, tal como son y tal como fueron, vehículos providenciales de nuestra existencia y mucho más.
Joan Garriga
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