“Los dos días mas importantes de tu vida son el día que naces, y el día que descubres para qué has nacido”
Mark Twain.
La pregunta nos hace pensar en la realidad que vivimos en America Latina. Por las condiciones socioeconómicas de los países, son pocos los que tienen el privilegio de trabajar en aquello que les gusta. Trabajan, en el mejor de los casos, para resolver sus necesidades básicas.
Las motivaciones por el trabajo se podrían agrupar de diferentes maneras. Hay personas que trabajan por dinero, otros trabajan en donde sea y en lo que sea, otros no quieren trabajar, otros están perdidos y los que trabajan por vocación, desarrollan sus capacidades y trabajan para auto realizarse.
Hasta hace unas décadas la movilidad laboral era baja y sujeta a las condiciones materiales específicas de cada país. Ahora, en un mundo globalizado y apoyado en la tecnología, los horizontes para trabajar se ampliaron y las fronteras geográficas están siendo superadas por un mundo interconectado que paradójicamente a las vez que nos acerca, en otros sentidos nos aleja.
En este entorno, preguntarse por el proyecto de vida es fundamental. La respuesta está en cada persona, y cualquiera que ella sea, es importante tener en cuenta: a) Que tienes derecho a no saber que quieres, b) Que el proyecto de vida es una construcción permanente, c) Que aquello con lo cual sientes que disfrutas y “vibras” naturalmente es una pista clave, d) Que una profesión o elección en un momento de la vida no es una condena, puedes hacer cambios, giros y redefiniciones a medida que caminas por la vida, e) Que hay contexto en los cuales puedes desplegar tus capacidades, la clave está en identificarlos y encontrarlos, f) Que hay cosas que no harías en tu vida, por la razón que sea, es importante ser honesto contigo mismo, g) Comprender que la vida es no es una línea recta sino un camino con desviaciones, claroscuros, encuentros, desencuentros, logros y caídas.
En este mar de incertidumbres y oportunidades tienes el derecho y la responsabilidad de encargarte coherentemente de la persona que quieres construir en ti. Atreverse, arriesgarse y replantearse es como nacer de nuevo. La única garantía de los grandes cambios es el aprendizaje.
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