El desarrollo en el ser humano es un proceso constante que comienza al nacer. Estamos en continuo desarrollo y evolución física, mental, de destrezas y conocimientos.
Cuando hablamos de desarrollo humano, nos referimos al fortalecimiento de las características personales y habilidades que son necesarias para lograr los sueños y metas que tenemos tanto a nivel profesional, laboral y personal. Desarrollarnos implica salir de nuestra zona segura e implica exponernos a la incomodidad, implica explorar quien somos y como somos para ganar autoconocimiento y saber hacia dónde queremos movernos, es decir tener una visión de futuro lo más clara posible.
Algunos hábitos personales que conviene revisar y establecer para favorecer el desarrollo personal son:
SOÑAR, VISUALIZAR Y PLANEAR:
El punto de partida para el desarrollo es definir una visión clara que esta pueda “aterrizarse” en objetivos y acciones mes a mes y día a día. Esa visión parte de un sueño, es saber con claridad el lugar al que queremos llegar, como queremos vernos y quien queremos ser. Implica la forma como quiero vivir, las cosas que quiero lograr, como quiero sentirme como quiero ser visto y percibido por otros; todo esto de la manera más detallada posible.
Cuando se tiene claro el horizonte, podemos comenzar a planear acciones que nos acerquen a él. Con frecuencia sentimos que invertimos mucho tiempo en llevar a cabo varias actividades en el día a día, sin embargo, estas no siempre están conectadas con nuestra visión. Cuando se tiene claro hacia donde se quiere ir, se puede dar foco a las acciones a la vez que identificamos más fácilmente las características personales y competencias que se deben trabajar para poder lograrlo.
CUMPLIRSE A SI MISMO:
En ocasiones definimos metas y objetivos que no logramos cumplir. Se inicia con gran motivación, pero al poco tiempo los objetivos se olvidan o son aplazados y terminamos no moviéndonos de lugar. Es precisamente la visión que se ha definido la que nos ayuda a mantener el foco, así mismo el hábito de revisar y ajustar periódicamente las acciones que se definieron. El desarrollo implica cambio, y el cambio se logra con pequeñas cosas que se hacen en el día a día. Establecer una agenda diaria conectada con los objetivos y metas nos ayuda a cumplirlo.
Conviene establecer un mínimo de 2 acciones o tareas diarias que estén conectadas con la visión y lograrlas. Conocerse a sí mismo y planear acciones de acuerdo con esto es de gran ayuda a la hora de cumplir planes. Un ejemplo puede ser: si hay algo que cuesta realizar, se puede pensar en hacerlo en compañía de otra persona, o realizarlo al inicio de la semana o comienzo del día para tener más energía. Estrategias como esta ayudan al cumplimiento de lo planeado dependiendo de la necesidad.
ESTAR ABIERTO A LA RETROALIMETACIóN Y BUSCARLA:
Uno de los insumos claves para maximizar nuestro desarrollo es precisamente conocer la forma en la que me perciben otros y como esta contrasta con la forma en que me veo a mí mismo tanto en los aspectos positivos y fortalezas como en aquellas características que debo mejorar.
Para lograr esto podemos recibir retroalimentación de personas cercanas, bien sea en el ámbito laboral o personal. Es interesante e importante en aras del desarrollo, contrastar la autopercepción con la percepción los demás tienen de nosotros. Convertir esta práctica en un hábito nos ayuda a ampliar nuestro autoconocimiento y ganar en consciencia para poder ajustar las acciones necesarias y así continuar hacia adelante en nuestro plan.
EXPONERSE A SITUACIONES NUEVAS O REALIZAR ALGO CONOCIDO DE MANERA DIFERENTE:
Nadie se desarrolla haciendo lo mismo de la misma manera durante un periodo de tiempo prolongado. Cuando domínanos una situación o tarea y la llevamos a cabo de manera exitosa, hemos adquirido una destreza y es entonces cuando se habla de tener una competencia o habilidad. Esta competencia adquirida comienza a ser parte de nuestra “zona segura” donde ya no es necesario ser muy consciente al realizarla porque esta inscrita en nuestro repertorio de fortalezas y sabemos hacerlo bien.
Desarrollarnos implica precisamente adquirir destrezas nuevas o cambiar la forma en la que normalmente afrontamos o reaccionamos a una situación. Para lograr esto es preciso buscar situaciones diferentes para exponernos y lanzarnos en otros entornos para generar nuevos aprendizajes.
REVISAR, AJUSTAR Y GENERAR APRENDIZAJES:
Para avanzar hacia adelante, es necesario revisar el recorrido y aprender de él. Saber dónde estamos en términos de desarrollo y descubrir que factores han permitido el avance y cuáles pueden ser un obstáculo es clave para aprender y tener éxito en lograr nuestro sueño. En ocasiones las circunstancias nos llevan a modificar lo paneado y repensar nuestros objetivos, esto implica definir nuevas estrategias y acciones, trazar nuevas rutas para continuar avanzando.
Realizar seguimiento a nuestros planes y abrir un espacio para la reflexión personal harán que los sueños y metas cobren importancia y se le invierta tiempo y energía en el logro de estos y en el desarrollo de las habilidades necesarias para poder alcanzarlo. Lo que atendemos se energiza, a lo que le quitamos nuestra atención termina por desparecer.
Los seres humanos, así como la vida misma, somos cambio continuo. De nuestro nivel de consciencia y de nuestros hábitos depende que este cambio nos acerque a nuestros sueños y metas y que podamos enfocar nuestra atención y recursos en lograr aquello que realmente conecta con nuestras aspiraciones.
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Gracias estimada Silvia
Efectivamente los cambios en la rutina diaria son prioridad para aquel que dese un desarrollo espiritual y material. Es obligación y oportunidad para todo ser humano ser mejor ser humano.
Gracias y bendiciones estimada Silvia.
Atte.
Marco