Toda organización para ser sostenible requiere eliminar, oportunamente, los comportamientos excluyentes (inclusión es respetar, promover el respeto y valorar las diferentes perspectivas) y a la vez generar: lenguajes, relaciones, simbolismos, conversaciones y redes colaborativas.  Para lograrlo es necesario tener en cuenta:

El tipo de liderazgo:

En cualquier nivel de la organización, ya sea formal o informal, el comportamiento de los líderes genera efectos en las relaciones entre las personas. Es un actor clave en la construcción de la atmosfera emocional de la red de trabajo. Ser consciente de esta responsabilidad es el punto de partida para mantenerse actualizado sobre la comprensión de lo humano y el cuidado de la diversidad (étnica, económica, laboral, de género, personalidad, estilo de vida, orientación sexual, discapacidad, etc.).

Cultura Incluyente:

gestionar la inclusión dentro de la cultura, para cualquier organización es hoy una necesidad si quiere hacer realidad su estrategia. Hacerlo facilita la retención y atracción de talento, comprender las diversidades de los mercados y los clientes, fomentar la participación de nuevos actores en la cadena de valor, enriquecer la capacidad de innovación dentro de los equipos de trabajo y generar redes creativas más allá de los límites de la organización.

Acceso a nuevas tecnologías:

En la práctica la inclusión también implica disponer de herramientas tecnológicas que permitanprocesos ágiles y mínima burocracia para la toma de decisiones. Generar negocios y atraer nuevos clientes se puede lograr, entre otros, con un buen balance entre la automatización de procesos y el soporte efectivo a clientes y usuarios.

Desarrollo del talento y movilidad social:

Atraer y mantener talento humano para los propósitos organizacionales adquiere mayor impacto cuando este proceso inclusivo fortalece la movilidad social en términos de generar las condiciones para mejorar la calidad de vida de las personas y sus familias.

Participación:

Beneficios más allá del salario, mayores ingresos por metas organizacionales conseguidas, oportunidades para emprendimientos e innovaciones, generación de procesos y proyectos que generen valor para la comunidad; son líneas de acción que cada organización necesita dinamizar para hacer efectivos los procesos de inclusión y desarrollo.

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